Actualmente ha sido galardonado con un total de siete estrellas, e incluso 17 estrellas Michelin a lo largo de su carrera. Propietario de decenas de restaurantes en todo el mundo, desde Estados Unidos al Reino Unido y Singapur. Protagonista de numerosos programas de televisión. Propietario de una empresa de producción de televisión. Portador de la Orden del Imperio Británico.
O simplemente: El Chef Gordon Ramsay.
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Aunque hay que tener cuidado con los superlativos en estos tiempos acelerados, no es exagerado describir a Ramsay como uno de los Chefs más exitosos de nuestros tiempos. Porque el británico ha logrado lo que había sido muy raro en el mundo de la cocina de alto nivel: ha tenido éxito durante muchos años. E incluso es un nombre familiar para quienes no suelen tener mucho que ver con la alta cocina. Porque Gordon Ramsay no es solo cocinero, escritor y empresario. También es una estrella de la televisión desde hace más de dos décadas y, como tal, es conocido por un amplio público. La pregunta sigue abierta: ¿Cómo consigue alguien tener tanto éxito hoy en día en un mundo lleno de influencers y estrellas de las redes sociales?
Carrera a pesar de la difícil infancia y los contratiempos personales
Para encontrar la respuesta, tenemos que echar un vistazo al pasado del cocinero estrella. Nacido en 1966 en la pequeña ciudad escocesa de Johnstone como el hijo de enmedio de tres hijos, Gordon Ramsay no tuvo una infancia realmente feliz. En su autobiografía “Humble Pie”, publicada en 2006, escribió acerca de su padre violento, un alcohólico, que maltrataba a su esposa y también a sus hijos. La madre era golpeada repetidamente por su marido hasta que terminaba hospitalizada. El padre acabó en la cárcel, y Gordon y sus dos hermanos tuvieron que irse a un orfanato. “Ningún niño debería tener miedo de vivir en su propio hogar”, afirma Gordon Ramsay. «Un hogar debe ser un lugar en el que te sientas seguro y amado. Cuando era niño, nuestro hogar era todo menos eso».
Como Ramsay padre también perdía regularmente su trabajo, la familia se mudaba a menudo hasta que finalmente acabaron en Inglaterra. Por desgracia para los niños, no tenían amigos, ni un entorno estable, ni raíces.
Muy joven, Gordon se ganaba la vida a duras penas como lavaplatos antes de que apareciera una luz de esperanza en el horizonte: Su club favorito, los Rangers de Glasgow, le ofreció practicar su verdadera pasión por el fútbol en el equipo juvenil. Un sueño parecía hacerse realidad, e incluso su padre se mostró orgulloso. Era un defensa «implacable», cuenta Ramsay. «Puede que hayan pasado una vez, pero nunca una segunda. Y yo era rápido». Sin embargo, el sueño de jugar futbol profesional se rompió rápidamente cuando el entonces adolescente sufrió una grave lesión en la rodilla. Lo que siguió fue una nueva falta de perspectivas y la salida de la casa de sus padres a los 16 años.
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Gordon Ramsay: Todo o nada
Sin embargo, al joven Gordon Ramsay no sólo le interesaba el futbol, al Chef de origen escocés también le apasionaba la cocina. A los 19 años empezó a estudiar hotelería, carrera que terminaría dos años más tarde. Pero incluso su primer trabajo dejó claro que Gordon Ramsay no pasaba desapercibido. Como Commis de Cuisine en el hotel Wroxton House de Banbury, su ciudad natal, inició un romance con la esposa del propietario. Entonces abandonó no sólo el hotel, sino también la ciudad. Y se fue a Londres.
Ahora, por fin, se manifestó otra característica de Gordon Ramsay: No hace las cosas a medias. Fiel al lema: todo o nada, tras unos años en la capital inglesa, donde también trabajó con el primer chef británico con estrella Michelin, Marco Pierre White, Ramsay decidió estudiar más a fondo la cocina francesa. Y no en cualquier parte, sino directamente en París, por supuesto, con Joël Robuchon y otros. Correcto, el legendario Joël Robuchon, que entre otras cosas fue titulado por Gault Milleau como “Chef of the Century”. Pero eso no es todo. También le fascinaba la cocina italiana, que también fue a examinar de cerca en Sicilia y Cerdeña.
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De lavaplatos a cocinero estrella
Finalmente, en 1997 llegó el momento: Cuatro años después de que este joven de 26 años fuera nombrado jefe de cocina en el restaurante Aubergine, en el barrio londinense de Chelsea, fue galardonado con dos estrellas Michelin. Sólo un año después, el ahora Chef estrella abrió su primer restaurante propio, a pocos minutos a pie de Aubergine, que sentaría las bases de su imperio: El Restaurante Gordon Ramsay. El resto es historia.
Una historia basada en una infancia difícil, así como en la vida cotidiana en las cocinas de los restaurantes. Donde, inofensivamente hablando, un tono muy rudo suele ser la norma y no la excepción. El propio Gordon Ramsay dejó su trabajo en Harveys, en Londres, a las órdenes de Marco Pierre White, en 1989, porque ya no soportaba «los arrebatos de ira, el acoso y la violencia», como él mismo explica. Para muchos, esta afirmación puede parecer totalmente irónica, porque si por algo es conocido el propio Ramsay es por no tener pelos en la lengua, por decirlo suavemente.
Imagen – Bad Boy
Ramsay jura, desvaría y se (re)lame los labios. Exige la perfección en la cocina y renuncia a todo lo que no cumpla sus expectativas. Desde hace unos 20 años, este hombre de 57 años se presenta en televisión ante una audiencia de millones de personas en todo el mundo. No se trata principalmente de su arte culinario ni de cocinar. Sus arrebatos se han convertido en su signo distintivo.
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Gordon Ramsay no es el vecino lindo ni el yerno ideal. Gordon Ramsay no es el tipo de Jamie Oliver al que invitarías a tu casa para organizar una fiesta de cumpleaños infantil. Gordon Ramsay es el Bad Boy. Uno que se impone, que llama la atención y que hace las cosas por completo o no las hace. Viene de lo más bajo y no lo oculta. No niega sus raíces. Y a los fans les encanta por ello. Gordon Ramsay es uno de ellos.
Gordon Ramsay: más que un Chef
Por supuesto, el ingenioso hombre de negocios es plenamente consciente de que su imagen de chico malo, su marca registrada, su receta para el éxito, también necesita ser cultivada. La emoción simplemente vende más que el aburrimiento que nunca causa ofensa. ¿Por qué Simon Cowell, como jurado “malvado”, es desde hace años la estrella de programas como “Britain’s Got Talent” o “X-Factor”, y no sus simpáticos compañeros que son sustuidos constantemente?
La gente quiere drama, hoy más que nunca. Y Ramsay sabe sacar provecho de ello y por eso juega con su imagen, como deja claro el título de uno de sus primeros programas de televisión: “The F Word” lo dice todo. Con cada crítica a su persona aumenta su popularidad, y la hay en abundancia. En 2008, incluso el Parlamento australiano se pronunció en torno a uno de sus programas: el uso excesivo de lenguaje fuerte fue para algunos diputados como una espina clavada en el ojo. Incluso exigían nuevas normas sobre el uso de “lenguaje indecente” en la televisión…
El lado “suave” de Gordon Ramsay
Sin embargo, lejos de la mirada pública, no tiene mucho que ver con el Bad Boy. Gordon Ramsay está casado con su esposa Tana desde 1996 y tiene cinco hijos.
Gordon and Tana Ramsay Ramsay | Image: shutterstock
La hija de 22 años, Tilly, ya es una estrella como cocinera joven y participa regularmente con su padre. Sus padres están comprometidos con Women’s Aid, una organización contra la violencia doméstica contra mujeres y niños, y con el Great Ormond Street Hospital (GOSH), entre otros. “Sabemos lo importante que es la familia, especialmente en tiempos difíciles”, afirman Gordon y Tana Ramsay. “Queremos apoyar a los miles de niños y sus familias que acuden al hospital cada año, en un momento en el que más necesitan nuestro apoyo”.
Y ahí están, de nuevo, las raíces que Gordon Ramsay nunca ha olvidado a pesar de los escándalos, las críticas y la imagen de Bad Boy.
