A Benedikt Bösel le gusta empezar sus conferencias diciendo que antes trabajaba como banquero. Hoy es agricultor ecológico en Alt Madlitz, Brandenburgo. Lo único que le queda de aquellos días es el peinado con gel, que suele ocultar bajo una gorra de béisbol puesta al revés. Supongo que hacen falta cambios drásticos si se quieren cambiar las cosas. Sobre todo cuando las condiciones son desfavorables.
Gut&Bösel, la granja agrícola y forestal de 3,000 hectáreas de Bösel, se encuentra en el rincón más seco de Alemania. Y sin embargo, el agricultor ecológico considera que la forma de utilizar la tierra es la solución a muchos de los problemas de nuestros tiempos, desde el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, hasta el hambre y la desigualdad de oportunidades. Él mismo se ha comprometido con la agricultura regenerativa y es uno de los pioneros en este campo. Al mismo tiempo, provee sus productos a numerosas empresas gastronómicas a través de la plataforma 2020.
Image: Emanuel Finckenstein, Gut&Bösel
¿Qué es la Regenerative Food?
Y, ¿qué hay detrás de esta forma especial de agricultura? ¿Cómo se puede salvar con ello al planeta? ¿Y qué tiene que ver todo esto con la gastronomía? Regenerative Food, es decir, la producción de alimentos según los criterios de la agricultura regenerativa, no es un fenómeno de moda al azar, sino que es la última tendencia que describe Hanni Rützler en su aclamado Food Report 2024. Y quizás la más prometedora en la lucha contra el cambio climático.
«El problema es que la población mundial está creciendo a medida que disminuye la calidad del suelo y, por lo tanto, la proporción de tierra fértil. Para amortiguar mejor el cambio climático de lluvias torrenciales y sequías, se necesitan suelos saludables. Eso es exactamente lo que es Regenerative Food», explica la experta en alimentación. Y precisamente por eso se necesitan soluciones urgentemente. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la erosión del suelo podría provocar una pérdida del 10% de la producción mundial de plantas para 2050.
Tierras productivas, sanas y biodiversidad como objetivo
A diferencia de las tendencias como la alimentación basada en plantas o la manía por el veganismo, la Regenerative Food no se centra en los alimentos que terminan en nuestros platos, sino en cómo se producen.
Sieh dir diesen Beitrag auf Instagram an
Así que ya no se trata sólo de comer de forma responsable para preservar lo que ya existe. El daño causado por la industrialización ya es demasiado grande para esto. El objetivo es más bien «sanar» el planeta minimizando el impacto de la agricultura en el cambio climático y fomentando la biodiversidad. Por ello, la agricultura regenerativa se basa en «la fertilización orgánica en lugar de la sintética, en la rotación de cultivos que fomenta la biodiversidad, así como en la protección del suelo y el enraizamiento«, resume la investigadora de tendencias las medidas más importantes.
En lugar de drenar los suelos agrícolas y liberar grandes cantidades de CO2 como hasta ahora, se quiere lograr lo contrario. Es decir: el suelo debe regenerarse, ser más resistente y (volver a) ser más productivo. Y, el objetivo es capturar grandes cantidades de carbono en el suelo mediante la acumulación de humus, una de las medidas más eficaces para la protección del clima.
Regenerative Food: crece el interés mundial
La tendencia aún está en pañales, lo que se aprecia sobre todo por la falta de normas. Por lo tanto, aún no se pueden medir concretamente los beneficios para el medio ambiente. Sin embargo, a medida que aumenta el interés, tanto en Europa como en todo el mundo, cada vez más organizaciones y empresas a nivel internacional, como Regenerative Organic Alliance, se unen para desarrollar estándares significativos y adaptados a nivel regional. Ahora se ha dado un primer paso importante con la Certificación Orgánica Regenerativa ROC (Ecovia intelligence, 2023).
Para avanzar en el tema, se han desarrollado Apps independientes como Foodroots o plataformas de información, como Regeneration Switzerland y Soilify. Por un lado, los agricultores y los clientes se pueden interconectar aquí, pero también hay que llegar al público en general.
Image: White Oak
Además, está aumentando el número de granjas como Gut&Bösel que utilizan métodos regenerativos. Y también en Estados Unidos, las start-ups y los agricultores quieren darle la vuelta a la agricultura. Will Harris, quien dirige la sexta generación de la empresa familiar White Oak Pastures en Bluffton, Georgia, es uno de los pioneros del movimiento agrícola regenerativo. Gracias a la colaboración con uno de los mayores productores de energía solar del país, ha conseguido combinar pastos y paneles solares. Esto permite producir carne y, al mismo tiempo, capturar el carbono en el suelo restaurando la biodiversidad.
Reparar el suelo mediante donativos
Sin embargo, Regenerative Food no solo es una solución prometedora en la lucha contra el cambio climático, “sino que también garantiza una diversificación de las especies de vegetales que consumimos y, por lo tanto, una mayor variedad en nuestros platos”, escribe Hanni Rützler en su informe. Esto hace que Regenerative Food también sea interesante para la gastronomía. Además, cada vez más personas son conscientes de que la protección del clima se ha convertido en uno de los problemas más urgentes de nuestros tiempos. Por lo tanto, los comensales quieren saber cada vez más de dónde proceden los productos e ingredientes y cómo se crearon. Si los gastrónomos pueden demostrar de forma fiable de dónde proceden los alimentos procesados y que se han producido de forma regenerativa y sustentable, esto puede darles una ventaja competitiva.
Sieh dir diesen Beitrag auf Instagram an
La iniciativa Zero Foodprint ( ZFP) trabaja con la industria de la gastronomía y la alimentación para lograr suelos saludables y mejores alimentos. Al donar un porcentaje de las ventas del restaurante, los gastrónomos tienen la oportunidad de hacer una importante contribución a la protección del clima. La ZFP utiliza los ingresos para apoyar a los agricultores regionales que ya utilizan métodos regenerativos o que están cambiando a la agricultura regenerativa. Esto es bueno para el suelo, el clima y nuestra comida.
